Para la mayoría de los ingleses el nombre de la ciudad de Salisbury evoca una de las más bellas catedrales de Gran Bretaña, pero también el conjunto megalítico de Stonehenge. Ambos son dos magníficos testimonios del espíritu religioso de los seres humanos que, separados por tres mil años, poblaron estas tierras. Según muchos, la primera impresión que causa este lugar es de decepción, si se llega desde Amesbury se pasará por alguna granja y de repente se distinguen las célebres piedras, pero no se aprecian bien las dimensiones, parecen aglomeraciones en un espacio reducido como si fuesen un montón de rocas naturales.
Stonehenge es uno de los lugares prehistóricos más famosos del mundo y el aura de misterio no hace sino “empeorar” aún más las cosas. Aunque parezca mentira se sabe mucho de estas piedras y su entorno. Fue un lugar que se fue ampliando durante mucho tiempo y, según los arqueólogos, no se llegó a terminar. Se piensa que fue ideado por una persona forastera a la isla y que fue un importante centro de culto. Recibía y recibe los primeros rayos del sol del solsticio de verano el 21 junio.
La fase de construcción más antigua ha sido datada en el 3.300 años a. C. cuando el lugar era un muro circular con zanjas a lo largo de las cuales discurrían fosas de sacrificios, los “hoyos de Aubrey”. Durante la segunda fase, unos 500 años después, se erigió el círculo de piedras interior y el círculo de piedras azules. El círculo que vemos hoy en día de piedras adinteladas fue construido en los primeros tiempos de la Edad de Bronce, hacia el 1.800 a. C., constituyendo así un modelo desconocido hasta entonces, los henges.
Interpretaciones
Una de las interpretaciones que cuenta con el apoyo general es que Stonehenge era un lugar de culto al sol, por lo menos su eje de prolongación por la gran avenida está orientado hacia el punto donde el sol nace el 21 de junio de todos los años. Pero imaginarlo como un observatorio que predice eclipses o que estudia los movimientos del sol y la Luna, como dijo Gerard S. Hawkins, es ir demasiado lejos. Desde luego cuando surgieron todas estas ideas se hacían afirmaciones muy entusiastas no solo con Stonehenge, sino con las Pirámides, con el planeta Marte y con la famosa Atlántida. Aún así, se están retomando estos estudios y existen científicos que afirman que Stonehenge servía para predecir eclipses.
Hawkins realizó sus hipótesis sobre el papel e ideó una serie de cálculos basados en el trazado de diferentes líneas de convergencia entre las rocas. Pero, trabajar sobre el papel es una cosa y sobre el terreno otra, además se pueden trazar multitud de líneas sobre el papel y sacar muchas conclusiones, pero hay que ceñirse a lo que hay in situ y a los estudios multidisciplinares, teniendo en cuenta la época en la que se construyó, las diferentes culturas que habitaron la zona y su grado de desarrollo. No hay pruebas de que fuera un observatorio, pero si posee una orientación determinada y, si acaso, se podría decir que en su primera fase, uno de los accesos pudo estar orientado hacia la salida de la primera Luna llena de invierno (la más septentrional), la de enero que según la sabiduría popular es la que más ilumina.
Algunos arqueólogos piensan que Stonehenge fue ideado por una persona ajena a esta cultura, algo de lo que hablaré al final.
El entorno
La mal llamada llanura de Salisbury está repleta de túmulos o tumbas prehistóricas bajo montones de tierra y piedras. Los de forma alargada son los long barrows y los de forma circular los round barrowsy se cuentan por cientos. Esta llanura es de forma triangular y está rodeada de colinas, los Downs, que convergen en ella. Curiosamente Stonehenge se encuentra justo en el centro de esta llanura. Los caminos de cresta que se forman y permiten evitar los cursos de agua eran aprovechados en la Prehistoria (ridge ways).
Llamarla llanura es algo subjetivo pues es una sucesión de depresiones y amplias mesetas, las carreteras raramente son rectas, sino que forman una serie de subidas y bajadas. Parece que se está en una llanura, pero es engañosa.
En ella hay muchísimas manifestaciones de aquella época, muchos henges como el de Woodhenge, Durrington Walls, atrincheramientos, recintos, antiguos caminos elevados hacia colinas fortificadas,… De todo esto se deduce que la llanura de Salinsbury fue un importante centro religioso, cultural y comercial por su situación geográfica, seguramente estuvo mucho más poblada que lo que está en la actualidad, miles de personas debieron circular por allí.
Los constructores
Antes de la construcción de Stonehenge existía en el sur de Inglaterra, y en numerosas regiones de Europa occidental, una serie de poblaciones de tribus que utilizaban arpones y anzuelos de hueso, puntas de flecha de sílex o hachas de piedra pulida. Se vestían con pieles de animales y las astas de los ciervos les proporcionaban armas y útiles. La caza, la pesca y la recolección de frutos silvestres era su forma de vida.
Por entonces (3.800 – 2.500 años a. C.) se calcula que llegó otro pueblo a las playas del sur de Inglaterra que provenían del continente trayendo consigo otro modo de vida diferente en el que, además de cazar y pescar, se trabajaba la tierra (cultivando trigo y cebada) y se domesticaba a animales como el perro, pero los más importantes eran el buey, la oveja o el cerdo por la fuente de alimento y cuero que constituían. No conocían los metales, pero talaban los bosques para conseguir más tierras de cultivo y construirse sus refugios. A este pueblo que se asentó en la zona se le llama “cultura de Windmill Hill”.
Windmill Hill es una colina donde existía un antiguo asentamiento neolítico y que dista unos 2 km. de Avebury (un cromlench muy importante de gran tamaño) y a 30 km. de Stonehenge. Este asentamiento es del tipo de los recintos amurallados del centro de Europa y en el realizaron enterramientos colectivos, primero en tumbas megaxilas (cuya estructura era de madera) bajo túmulos alargados, y luego megalíticas. Además de los útiles de piedra y asta parecidos a la población aborigen con la que se encontraron, poseían cerámica. Ésta estaba muy poco desarrollada, era de forma hemisférica poseía una decoración en punteado y finas incisiones verticales. Probablemente vestían también con cueros obtenidos de su ganado. Por los restos encontrados de esta cultura, pudieron practicar el canibalismo ritual o cultural y también, en algunos casos especiales, de sacrificios humanos. Tres o cuatro siglos después de la llegada del pueblo de Windmill Hill, la fusión con las poblaciones primitivas se consumó por completo, desarrollándose el neolítico plenamente.
No se tienen pruebas de que comenzaran Stonehenge, pero desde luego estaban relacionados con la religión que puso las bases para su inicio. Algunos piensan que la Heel stone, la piedra más relevante en cuanto a su orientación con la salida del sol el 21 de junio sí fue erigida por ellos. Levantar y, sobre todo, transportar este bloque de 35 toneladas es algo que se ha intentado recrear en la actualidad sin conseguirlo.
En esta época pues ya se construían monumentos megalíticos por toda Europa occidental, aunque Stonehenge no era aún lo que conocemos hoy. En Newgrange (Irlanda)ya se levantaba un magnífico dolmen y cerca del lugar que nos ocupa, en Avebury ya se existía también un gigantesco cromlench.
Cuando se concluyó la primera parte de Stonehenge, hacia el 1.700 a. C., numerosos colonos desembarcaron en las costas del canal de la Mancha y el Mar del Norte, los pueblos de los vasos campaniformes, asociados al corredor del Rhin-Ródeno y también al estuario del Tajo, en la Península Ibérica. Esta cultura cuya difusión por el continente era patente, se impuso con fuerza en la isla, se iniciaba el Calcolítico. La superioridad de su armamento así lo indica. Las innovaciones de estos pueblos en Wessex fueron muchas, entre ellas la sustitución de las tumbas colectivas (long barrows) por otras de carácter individual (round barrows). También poseían conocimientos sobre metales como el cobre y oro. Irlanda era muy importante en este aspecto y se formaron rutas marítimas y terrestres para ir en busca de ese metal.
Los rounds barrowsrevelan una sociedad belicosa por el gran número de hachas de combate encontradas en estas tumbas para una sola persona, testimonio de una cierta aristocracia. Este pueblo debería haber dejado en Stonehenge un cromlench como el de Avebury, formado por piedras sin pulir sobre el trazado del círculo de agujeros de Aubrey y las piedras cogidas de los alrededores, pero hay mucho más que esto.
Stonehenge es un cromlench especial y único, aunque jamás fuera terminado. El doble círculo de piedras azules es una excepción por el tipo de material y su disposición. Traer hasta esta llanura estos enormes bloques de piedra supuso a sus constructores batir todos los récords a la hora de transportarlos a tanta distancia, unos 300 km. contando con todos los altibajos del terreno, valles y ríos desde Pembrokenshire, sur de Gales.
También es único por poseer algunos grabados sobre las rocas, como los de hachas de bronce, que datan de comienzos de la edad de los metales, momento en el que comenzó a dejar de utilizarse. Sus bloques de piedra trabajados y adintelados, su orientación solar, … lo diferencian muchas cosas.
Se piensa que los habitantes de entonces, pertenecientes a la llamada cultura de Wessex (heredera de las invasiones anteriores), vivían en tiendas hechas de cañas y maderos (como se las encontraron los romanos mil años después) y no eran errantes, por la gran cantidad de restos que hay en la zona debieron de ser sedentarios.
Quién ideó Stonehenge
En la última época de construcción de Stonehenge, hacia el 1.300 a. C., en Egipto, Tutmés III sucede a la reina Hatshepsut, que había organizado lejanas expediciones comerciales. Los fenicios podían haber cruzado las columnas de Hércules, en Creta florecía la civilización minoica y en Micenas se construían tumbas con cúpulas. El resto del mundo ya había dejado la Prehistoria hacía mucho tiempo.
Por todo esto se ha deducido que mucho antes de todos estos contactos ya tan consolidados, tuvo que existir otros incipientes realizados sobre todo por comerciantes procedentes del Mediterráneo oriental. Se piensa, por la estructura del monumento y su complejidad, que fue ideado por una sola mente, un arquitecto que, por lo menos desde la construcción del primer círculo de piedras azules, constituyó lo que sería Stonehenge. Posteriormente se fueron siguiendo sus instrucciones a lo largo del tiempo. Pero, a pesar de todas estas hipótesis, de las que no se puede constatar nada seguro, lo importante es ver el desarrollo del mismo y sus funciones religiosas en el entorno y la época en la que está situado.
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